Devórame en llamas con el calor de tus labios,
reduce mi ser a cenizas,
arranca mi corazón helado de la tundra de mi pecho.
Devuélveme al mundo de los vivos donde el amor, es la piedra
angular de la felicidad.
Abraza mi alma quebrada, para que mis huesos,
huecos de vida,
no se desmoronen.
Para que todo mi ser, no acabe arrastrado por el suelo de la
desdicha.
Ámame, déjame sentir una vez más la fuerza de la vida que
corre por tus venas, el fuego de tus labios y la sonrisa de tus ojos.
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